Hoy os voy a enseñar cómo hacer unos cupcakes perfectos. En esta ocasión, he preparado unos cupcakes de mojito, aunque os cuento algunos trucos que os servirán independientemente del sabor o de los ingredientes que utilicéis para preparar vuestra receta de cupcakes.
¿Cómo hacer cupcakes caseros?
Antes de empezar, quiero recordaros que la semana pasada hicimos un unboxing de la Kitchenaid Artisan y anunciamos el sorteo de este robot de cocina. Aún estáis a tiempo de participar así que, si aún no lo habéis hecho, os recomiendo que consultéis el enlace para saber cuáles son los pasos a seguir. Recordad que el sorteo es solo para suscriptores, así que si aún no estás suscrito al canal de YouTube de Evacuinera, ¡Suscríbete ya! ¿A qué estás esperando?
Recordad que esta receta de cupcakes de mojito forma parte de una serie. Hoy vamos a ver cómo preparar el cupcake, la magdalena. La semana que viene vamos a ver cómo preparar un buttercream perfecto, que también lo vamos a hacer de mojito. El último día, el 27 de junio, vamos a montar un cupcake de mojito espectacular y, además, será el último día para participar en el sorteo.
El primer paso será introducir la mantequilla y el azúcar en el bol de la batidora para blanquear la mezcla.
Cuando los ingredientes estén bien incorporados, subiremos un poco la velocidad para que coja un color más blanquecino.
Entonces, volveremos a bajar la velocidad e incorporaremos los huevos uno a uno.
Mientras se van integrando los ingredientes, vamos a poner los 80 ml. de leche en un cazo y vamos a añadir unas hojas de menta para infusionarlas. Para ello, simplemente vamos a poner la leche a hervir y cuando esté en el punto de ebullición, vamos a parar el fuego, dejando que la menta infusione durante varios minutos.
A continuación, vamos a añadir las dos cucharadas soperas de ron, el zumo de una lima y parte de la ralladura de su piel.
En otro recipiente, vamos a mezclar el impulsor con la harina. Con la velocidad al mínimo, ya que no queremos airear demasiado la harina, vamos a ir incorporando a la mezcla un tercio de harina, junto con un tercio de leche. Repetiremos la operación, terminando siempre con la harina.
Una vez tengamos nuestra masa lista, vamos a incorporarla en los moldes de magdalena. Es importante que los pongáis dentro de moldes compactos. De lo contrario, es probable que se derramen. Entre la masa y los moldes, vamos a añadir también un papel de magdalena.
¡Importante! ¡Os cuento un truco para que os queden unos cupcakes perfectos! Éstos deben ser planos. A diferencia de las típicas magdalenas, la idea de los cupcakes es que estén decorados por encima. Va a ser muy complicado decorar una magdalena con algo de pendiente. Por ello, necesitaremos un cupcake plano para poder poner el buttercream encima.
A la hora de rellenar los moldes, además de tener este aspecto en cuenta, deberéis llenar tan solo dos tercios del recipiente. Pensad que en el horno van a crecer bastante, y no queremos que se nos hinchen demasiado. Entonces, ¿Cuál es la medida ideal? Para lograrla, os recomiendo utilizar una cuchara de helado.
¡Atentos! Viene otro truco importante: Para que los cupcakes queden perfectos deben ser cocinados a una temperatura relativamente baja. Os recomiendo cocinarlos a 165º durante aproximadamente 25 minutos.
Por último, una vez sacados del horno, los deberemos sacar también del molde. Lo recomendable es que enfríen, por ejemplo, encima de una rejilla. Si los dejáis dentro del molde, su base puede quedar mojada.
A continuación, os dejo el vídeo con la receta completa para que podáis apreciar el espectacular resultado de estos cupcakes. Realmente, ¡Han salido perfectos!
¿Habéis probado de realizar esta receta en casa? ¿Tenéis otros trucos para preparar cupcakes y que queden perfectos? Podéis dejarme vuestra experiencia en comentarios. ¡Me encantará descubrir nuevos trucos!
Ingredientes
Instrucciones
El primer paso será introducir la mantequilla y el azúcar en el bol de la batidora para blanquear la mezcla.
Cuando los ingredientes estén bien incorporados, subiremos un poco la velocidad para que coja un color más blanquecino.
Entonces, volveremos a bajar la velocidad e incorporaremos los huevos uno a uno.
Mientras se van integrando los ingredientes, vamos a poner los 80 ml. de leche en un cazo y vamos a añadir unas hojas de menta para infusionarlas. Para ello, simplemente vamos a poner la leche a hervir y cuando esté en el punto de ebullición, vamos a parar el fuego, dejando que la menta infusione durante varios minutos.
A continuación, vamos a añadir las dos cucharadas soperas de ron, el zumo de una lima y parte de la ralladura de su piel.
En otro recipiente, vamos a mezclar el impulsor con la harina. Con la velocidad al mínimo, ya que no queremos airear demasiado la harina, vamos a ir incorporando a la mezcla un tercio de harina, junto con un tercio de leche. Repetiremos la operación, terminando siempre con la harina.
Una vez tengamos nuestra masa lista, vamos a incorporarla en los moldes de magdalena. Es importante que los pongáis dentro de moldes compactos. De lo contrario, es probable que se derramen. Entre la masa y los moldes, vamos a añadir también un papel de magdalena.
¡Importante! ¡Os cuento un truco para que os queden unos cupcakes perfectos! Éstos deben ser planos. A diferencia de las típicas magdalenas, la idea de los cupcakes es que estén decorados por encima. Va a ser muy complicado decorar una magdalena con algo de pendiente. Por ello, necesitaremos un cupcake plano para poder poner el buttercream encima.
A la hora de rellenar los moldes, además de tener este aspecto en cuenta, deberéis llenar tan solo dos tercios del recipiente. Pensad que en el horno van a crecer bastante, y no queremos que se nos hinchen demasiado. Entonces, ¿Cuál es la medida ideal? Para lograrla, os recomiendo utilizar una cuchara de helado.
¡Atentos! Viene otro truco importante: Para que los cupcakes queden perfectos deben ser cocinados a una temperatura relativamente baja. Os recomiendo cocinarlos a 165º durante aproximadamente 25 minutos.
Por último, una vez sacados del horno, los deberemos sacar también del molde. Lo recomendable es que enfríen, por ejemplo, encima de una rejilla. Si los dejáis dentro del molde, su base puede quedar mojada.
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