Cómo preparar sopa de cebolla. En esta ocasión os dejamos la grabación que nos hicieron en el estand de Aneto del Salon de Gourmets de Madrid donde hice un Showcooking para cocinar una sopa de cebolla francesa.
La receta tradicional es ideal para otoño e invierno ya que es cuando más apetecen las recetas calientes de este estilo.
Se trata de una receta de caldo economica con origen en el pueblo. El rey Estanislao Leczinski (Rey de Polonia) gran aficionado a la gastronomía la descubrió en un restaurante francés y no paró hasta hacerse con la receta. Por ese motivo se hizo popular hasta el punto de convertirse en un plato de obligado consumo al terminar todas las juergas parisinas.
Una gran variación de la receta seria la “soupe á l’oignon gratinée” o gratinada.
Para empezar a preparar la sopa, lo primero va a ser pelar las dos cebollas, porqué aunque el caldo de cebolla ya lleve este ingrediente, queremos encontrar trozos sólidos, que conseguiremos con esta pequeña “trampita”.
Las vamos a freír con un poco de mantequilla para que tenga ese estilo francés.
Cuando la cebolla ya está rehogada, en una receta tradicional, sería el momento de añadir la harina y el vino blanco. Pero como nuestro caldo ya está hecho y tiene un sabor intenso, vamos a saltarnos este paso y añadiremos el caldo directamente.
La verdad es que el caldo de cebolla Aneto, por si solo ya tiene un sabor buenísimo, así que también os recomiendo que lo probéis directamente tomando una taza. A nuestra receta no le voy a añadir sal, ya que el caldo, a mi gusto, ya tiene el punto perfecto de sal. Evidentemente, esto dependerá de cada persona. De todas maneras, debéis tener en cuenta que después añadiremos el queso, que también es salado, así que os recomiendo que esperéis a terminar la receta, para decidir si añadir o no más sal.
Ahora vamos a dejar que la cebolla coja con el caldo, a fuego más fuerte, y dejaremos hervir un poco. Aproximadamente, diez minutos serán suficientes. Sobretodo, vigilad que la cebolla quede blandita y bien cocida, para que sea agradable de comer.
Entonces, podemos apagar el fuego e ir al emplatado, que es realmente la gracia de este plato. Vamos a coger un bol, puede ser algo de cerámica, para que nos recuerde el emplatado francés tan típico.
A continuación vamos a incorporar un trozo de pan, a ser posible tostado, y lo ponemos debajo de todo del bol. Este paso es importante, porqué va a permitir que, cuando añadimos el caldo, la tostada se pueda empapar bien. Finalmente, añadimos el queso rallado (la cantidad depende del gusto de cada persona) y lo ponemos en el horno tan solo tres minutos para que quede gratinado.
Ingredientes
Instrucciones
Para empezar a preparar la sopa, lo primero va a ser pelar las dos cebollas, porqué aunque el caldo de cebolla ya lleve este ingrediente, queremos encontrar trozos sólidos, que conseguiremos con esta pequeña “trampita”.
Las vamos a freír con un poco de mantequilla para que tenga ese estilo francés.
Cuando la cebolla ya está rehogada, en una receta tradicional, sería el momento de añadir la harina y el vino blanco. Pero como nuestro caldo ya está hecho y tiene un sabor intenso, vamos a saltarnos este paso y añadiremos el caldo directamente.
La verdad es que el caldo de cebolla Aneto, por si solo ya tiene un sabor buenísimo, así que también os recomiendo que lo probéis directamente tomando una taza. A nuestra receta no le voy a añadir sal, ya que el caldo, a mi gusto, ya tiene el punto perfecto de sal. Evidentemente, esto dependerá de cada persona. De todas maneras, debéis tener en cuenta que después añadiremos el queso, que también es salado, así que os recomiendo que esperéis a terminar la receta, para decidir si añadir o no más sal.
Ahora vamos a dejar que la cebolla coja con el caldo, a fuego más fuerte, y dejaremos hervir un poco. Aproximadamente, diez minutos serán suficientes. Sobretodo, vigilad que la cebolla quede blandita y bien cocida, para que sea agradable de comer.
Entonces, podemos apagar el fuego e ir al emplatado, que es realmente la gracia de este plato. Vamos a coger un bol, puede ser algo de cerámica, para que nos recuerde el emplatado francés tan típico.
A continuación vamos a incorporar un trozo de pan, a ser posible tostado, y lo ponemos debajo de todo del bol. Este paso es importante, porqué va a permitir que, cuando añadimos el caldo, la tostada se pueda empapar bien. Finalmente, añadimos el queso rallado (la cantidad depende del gusto de cada persona) y lo ponemos en el horno tan solo tres minutos para que quede gratinado.
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